miércoles, 26 de agosto de 2009

La encrucijada


Hay momentos en la vida que son como encrucijadas, casi siempre, mucho tiempo después, terminamos dándonos cuenta que toda una serie de acontecimientos tuvieron su origen en uno de esos momentos. Por eso es tan importante la marcha por la Paz, en contra de las Bases militares en Colombia. Seguramente la instalación de las bases junto al golpe de estado en Honduras no son los primeros actos de prepotencia de EEUU, pero si marcan el inicio de una nueva etapa, de toda una serie de acontecimientos que vendrán después.
La historia nos muestra que en todas las tragedias de nuestra Latinoamérica hubo un imperio detrás:
-La conquista y matanza de indios por los españoles, portugueses, ingleses y franceses al principio.
- Las divisiones para dominar lo que podría haber sido un gran país que nos abarque a todos.
-Los empréstitos, (antepasados de la Deuda Externa), que nos obligaban a aceptar las políticas económicas que no permitirían el desarrollo de nuestras economías, quedando eternamente dependientes.
-La vergonzosa esclavitud de los pueblos originarios y de los hermanos africanos, vergonzosa esclavitud que construyó países enteros que hoy se jactan de su desarrollo como si hubieran sido ellos los que pusieron el lomo, el sudor, y la vida.
-La acumulación del capital que permitió a Europa empezar este sistema capitalista que tanto defienden, acumulación que se logró llevándose de nuestras tierras el oro y la plata, y haciéndolo a costa de millones de vidas.
-En el siglo IXX el diseño de nuestros países para convertirlos en proveedores bobos de Europa, toda nuestra red de ferrocarriles diseñada para llevarse los productos de nuestra tierra, mientras más de la mitad de nuestros jóvenes no eran aptos para el servicio militar por presentar “deficiencias en su desarrollo”, o sea hambre, todo esto mientras éramos el “granero del mundo”.
Llegando a mediados del siglo XX hubo dos cambios, los Estados Unidos desplazaron a Inglaterra como imperio y aparecieron gobiernos, no tan infames, que empezaron a prestar atención a las necesidades de la población de los países latinoamericanos, rápidamente se los etiquetó como populistas y hubo que diseñar otro método de control, si los gobiernos no se sometían a los mandatos del imperio había que someter a los gobiernos, así nacieron las dictaduras militares, (siempre dirigidas por la CIA), el Plan Cóndor, la Escuela de las Américas, los secuestros, las torturas, los desaparecidos. Algunos todavía creen que el motivo de todas estas barbaridades era “salvaguardar los valores de Occidente”, Rodolfo Walsh, en su Carta Abierta a la Junta Militar, nos decía, después de enumerar los horrendos crímenes de esos días, “Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.”
Miseria planificada que permite mantener a los pueblos, débiles, sumisos, desunidos, y dispuestos a firmar cualquier entrega, como lo hace hoy Colombia.
¿Qué hubiéramos sido si hubiéramos podido ser?, ¿cuántos hoy no son por todo esto?, ¿cuántos faltan que deberían estar hoy acá? ¿Cuántos hermanos y cuántas riquezas nos han robado? ¿Cuánto futuro nos han quitado?
Hoy estamos otra vez en un cambio de época, en los últimos años la conciencia de los pueblos latinoamericanos ha permitido el acercamiento entre los países. Hace 30 años, por la Avenida Bustillo, por donde hoy van a pasar los presidentes de la UNASUR, pasaban camiones de guerra, nos preparábamos para matarnos entre nosotros. Desde hace poco tiempo se empezó a hablar de zonas de libre comercio, después se continuó con la integración real, esa que nos permitió cambiar la perspectiva de enemigo que teníamos del otro, que nos deja ver nuestras coincidencias en vez de nuestras diferencias, que nos lleva a descubrir en el latinoamericano al hermano que durante tantos años nos hicieron negar.
Por todo esto las Bases en Colombia, por todo esto el Golpe de Estado, hay un cambio de época y el poder hegemónico no está dispuesto a permitirlo.
En Marzo de 1976 hasta el 60% de la población apoyaba al Golpe de Estado, después de un tiempo a, fuerza de gritos en la madrugada y muertes, se tomó conciencia de ¡qué gigantesco error habíamos cometido como sociedad!, pero ya era tarde, la bestia estaba suelta, y sedienta de sangre y no iba a detenerse hasta saciarse. Hoy puede pasar lo mismo, podemos no darnos cuenta de que lo que se está decidiendo va a modificar nuestra vida y la de nuestros hijos.
Muchas veces, en los momentos cruciales no son los dirigentes los que tienen la iniciativa, la visión y la valentía para llevar adelante un acto que tuerza el destino, es la gente común, el pueblo, el que tiene que despabilarse, romper las estructuras, salir a la calle, y marchar, para asegurarse un futuro.

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