PUERTO MADRYN, CHUBUT, 1(PSI).- EXTRANJERIZACIÓN DE LA TIERRA: FUNDACIÓN
PATAGONIA NATURAL INTIMÓ A “EL DIARIO DE MADRYN”. LA ONG SOCIA DE DOUGLAS
TOMPKINS NO QUIERE QUE SE HABLE DE ELLA.
Las denuncias sobre
extranjerización de tierras en Argentina fueron difundidas por varios
despachos de PSI, y en esa línea de defensa de los intereses nacionales
también estaba –dentro de la prensa del interior del país el matutino “El
Diario de Madryn”.
En una actitud verdaderamente inaudita para una entidad que se
precia de “defender el medio ambiente”, y ante la mención de algunas de las
operaciones que la vincularían con la financiación internacional y la
sociedad que le permitió comprar hace unos años la estancia La Esperanza, a
través del cuestionado Douglas Tompkins, el presidente de la Fundación
Patagonia Natural, doctor Guillermo Harris, envió una carta documento contra
“El Diario de Madryn”, intimando a sus directivos.
El matutino madrynense consigna:
“Desde que la venta de inmensas y estratégicas zonas de
Argentina y Chile al magnate avenido en filántropo y ‘amigo personal’ de
Harris disparara la polémica nacional a la que nuestro medio adhirió, la
conservacionista local ha debido afrontar ser mencionada no sólo por su
sociedad declarada hace unos años con Tompkins, sino también por sus
notables silencios ante la extranjerización de acuíferos, de áreas
protegidas, venta de costas patagónicas, cuestionados proyectos mineros y
financiaciones externas que no declararían sus verdaderos objetivos. Ante
esto, lejos de ofrecer a la opinión pública una posición sustentada y
objetiva que permitiera aclarar algunos de estos preocupantes temas y contar
con una tranquilizadora posición, que es lo se supone que la comunidad
espera de una fundación como Patagonia Natural, a la que ha permitido actuar
por más de dieciocho años en la zona, la pasada semana El Diario de Madryn
recibió la Carta Documento 832875529, mediante la cual “Guillermo Harris, en
carácter de Presidente de la Fundación Patagonia Natural”, intima a que nos
abstengamos a realizar publicaciones consideradas “tendenciosas, maliciosas
y falsas respecto de las actividades que realiza esta entidad, involucrando
no sólo directamente a mi persona –dice-, sino insinuando también relaciones
de carácter comercial que no existen (sic)”.
Según Harris, a partir del 19 de diciembre de 2006, El Diario
de Madryn “ha pretendido sembrar dudas respecto del desempeño de esta
fundación –que la comunidad tan bien conoce-, particularmente relacionadas
con conductas reñidas con la ética y la moral (…)”, señala el investigador,
por supuesto sin agregar detalles a cuáles temas concretos se refiere y sin
señalar puntualmente cuáles informaciones emitidas no son ciertas.
Seguidamente, agrega un extenso párrafo en el que solicita a
la dirección “cese la publicación de estos señalamientos (…), situaciones
que parecen no tener otro origen que entablar una campaña de desprestigio
(…)”, indica. Todo esto, “bajo apercibimiento de entablar las acciones
penales y civiles que se estimen corresponder”.
Respuesta e invitación.
Por supuesto, esta “intimación”, además de ser respondida por
nuestro medio también a través de un documento legal (CD 832874885) que deja
claro que El Diario de Madryn está muy lejos de cualquier intención de
entablar ninguna campaña de desprestigio contra nadie, limitándose a
publicar informaciones de interés público, rechazando condicionamientos y
cualquier intento de silenciar el derecho a informar, solicitando se
“abstenga de pretender indicar qué debe o no debe informar este Diario, en
grave menosprecio y agravio a la libertad de prensa, garantizada en forma
expresa por las constituciones Nacional y Provincial, además de los pactos
internacionales vigentes”, suma a la vez una invitación a la
conservacionista a explicar a la comunidad puntualmente sobre los hechos y
temas que parecen preocuparla, además de ampliar sobre aspectos que los
ciudadanos tienen derecho a preguntar a una ONG que, hoy por hoy, posee
prácticamente el monopolio del conocimiento y manejo de recursos naturales y
públicos en las costas patagónicas.
El Diario de Madryn se ha caracterizado en el escenario
mediático local desde su nacimiento y hasta la fecha precisamente por no
esquivar los temas conflictivos que involucran a su comunidad, ni
circunscribir el diálogo, ni mucho menos negar el derecho a réplica con los
correspondientes argumentos a quien así lo solicitara, sino muy por el
contrario, ha oficiado de puente de verdadera comunicación y alternativa de
conocimiento a sus ciudadanos; aunque por supuesto eso signifique no siempre
pedir ni recibir permiso para informar”.
A lo transcripto precedentemente cabe agregar:
LO QUE NO HAY QUE DECIR
“A fines de diciembre de 2006, el diario El Chubut alertó
sobre la presencia de trabajadores del magnate Lewis en nuestra ciudad y
agregó importante información sobre el proceso de extranjerización que
estarían sufriendo nuestras costas.
Allá por el año 2002, el diario Jornada también había
alertado que la Fundación Patagonia Natural se había “asociado con ingleses
para comprar campos patagónicos”. Y agregaba en su edición del 2 de octubre
que “el presidente de la Fundación Patagonia Natural, Guillermo Harris, en
declaraciones admitió que esa entidad adquirió en sociedad con un grupo
británico el campo de 7.000 hectáreas ‘La Esperanza’; mientras que reconoció
que entre el grupo de inversores existe la posibilidad de recrear un
emprendimiento turístico-hotelero en el lugar (sic)”, con una inversión que
“rondaría los 3.000.000 de dólares”.
Por otra parte, el dirigente ecologista de esta ONG sin
fines de lucro también habría dicho ser “amigo personal” del multimillonario
Douglas Tompkins, a quien asesoraba “en forma ad-honorem” para adquirir
campos en la Patagonia y proceder así a su conservación, con lo que habría
reconocido la autenticidad del informe-denuncia publicado también en Jornada
el 26 de septiembre de ese año, bajo el título “Venden la Patagonia por
Internet”.
En la nota, que fue además divulgada por otros medios, repitió
que “el ‘terreno’ fue donado por una entidad inglesa que se llama Word Land
Trust, cuyo objetivo es la adquisición de campos para establecer áreas
protegidas ‘privadas’, para buscar alternativas económicas para sustentar
esos lugares”. Aunque, contradictoriamente a lo expresado, el presidente de
la Fundación Patagonia Natural admitiría luego en el mismo reportaje que la
empresa “Estepa S.A. es una sociedad anónima argentina conformada por la
Fundación Patagonia Natural con el 52 por ciento de las acciones y por la
Word Land Trust, que tiene el resto”, y que esto era “una empresa
argentina”.
El Diario de Madryn puso en valor el trabajo de los medios
colegas reproduciendo aquellas informaciones a la luz de prestigiosas
opiniones sobre el riesgo de pérdida de soberanía ante la extranjerización
de zonas estratégicas, precisamente en el marco de una polémica nacional
desatada por la compra de los Esteros del Iberá, de una gran parte de Chile
y de otras numerosas estancias en la Patagonia, por el magnate Tompkins,
supuesto socio de Patagonia Natural y de otras conservacionistas que
legitimarían de algún modo sus operaciones.
Este trabajo periodístico parece haber provocado la reacción
de la ONG local que, lejos de desmentir cualquiera de las informaciones
emitidas localmente y por numerosos medios nacionales, ahora pretendería
silenciar a nuestro Diario”.- XXX
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