lunes, 28 de septiembre de 2009

La Tierra es Nuestra


El proceso de concentración de la tierra en nuestro país es tan antiguo como nuestra propia historia, pero vemos preocupados, como en los últimos años, de la mano de las políticas neoliberales, se ha incrementado obscenamente, haciendo que el futuro de nuestras comunidades se presienta cada vez más sombrío.
En un país de 4 millones de kilómetros cuadrados, millones de hermanos no tienen la posibilidad de acceder a una porción de territorio que les permita crear su futuro y el de sus hijos.

El acceso a la tierra es, además de un derecho legítimo de todos, la única posibilidad de crear una economía sustentable que permita alimentar a nuestra población protegiendo la integridad de la naturaleza que nos rodea. El escándalo de tener niños desnutridos que mueren todos los días en un país que produce alimentos para 300 millones, no puede pasarnos inadvertido sin sacudir nuestras conciencias hasta hacernos reaccionar.

La desvergüenza con que los gobiernos de turno han entregado nuestros recursos naturales, hidrocarburos, minerales, recursos pesqueros, centrales de energía, etc, llega a un abyecto apogeo en la transferencia escandalosa de gigantes extensiones de nuestro territorio a empresas o individuos, muchas veces millonarios extranjeros, que con la complicidad inmoral de inmobiliarias, Intendentes, Concejales y Gobernadores van absorbiendo sectores cada vez más grandes de nuestro país y nos van arrinconando como okupas en nuestra propia tierra.

En su soberbia desmedida y comprando conciencias prostituidas estos nuevos patrones transforman al país en su propia estancia, la destrucción planificada del Estado en los últimos años hace que muchos compatriotas los reciban como la única solución a la desinversión crónica en infraestructura que nos dejaron tantos años de “planes económicos”.

El caso del magnate ingles-estadounidense Joe Lewis, con domicilio en las Bahamas, que ha hecho gran parte de su fortuna, especulando con las monedas y bonos de países del tercer mundo, logrando gigantescas ganancias repentinas, en golpes económicos que siempre terminan pagando los pueblos, es paradigmático.

En una maquiavélica operación orquestada por la inmobiliaria Van Dittmar, especialista en torcer la ley a favor del que puede pagar, compra tierras fiscales y otras de dudoso origen en manos de pobladores de la zona de Lago Escondido, anexa otros territorios aledaños reservados para conservación y deja al Lago Escondido secuestrado dentro de su nuevo feudo en franca ilegalidad con lo que dispone la Constitución provincial de Río Negro en su artículo 73, que “asegura el libre acceso con fines recreativos a las riberas, costas de los ríos, mares y espejos de agua de dominio público”.

El Intendente de Bolsón, Oscar Romera, tristemente célebre por querer resolver a las trompadas las preguntas incómodas del notero de CQC sobre el incendio intencional de la Radio Activa de Bolsón, se ha constituido en el mejor mayordomo del millonario, muchas situaciones nos hacen sospechar, la donación interesada de equipamiento obsoleto para el hospital, el proyecto de mudanza del aeródromo de Bolsón con el fabuloso negocio que se generaría por la venta de las tierras desocupadas, así como el proyecto de transformar a la empresa Lago Escondido en proveedora de electricidad, construyendo una represa sobre el Río Escondido (patrimonio público), la posibilidad según estatuto de esta misma empresa de realizar explotaciones de hidrocarburos y minería en su propiedad, o la instalación de una conexión de comunicaciones que atraviese la cordillera comunicando desde Chile directo a EEUU sin pasar por control Argentino así como la construcción de un sospechoso aeropuerto sobre la costa atlántica sin control de radar de nuestro país, entre tantos otros casos muestran el camino de cómo las dádivas del poderoso, los negociados, y los siempre disponibles entregadores locales crean el caldo de cultivo de pasadas, presentes y futuras pérdidas de nuestra soberanía.
Este mismo Intendente asociado a los oscuros representantes locales de Hidden Lake, han organizado agresiones a los que se manifiestan en contra de la entrega de lo público, el Bolsón se ha movilizado y les ha dicho basta, la violencia como método de acción no es algo que estén, los pobladores, dispuestos a soportar.

Debemos reaccionar, debemos exigir la devolución de lo que es nuestro, debemos exigir a nuestros representantes que trabajen para preservar el patrimonio de todos. Debemos exigir que el Estado Nacional asuma su responsabilidad y ocupe su lugar.

Nuestros recursos son nuestros, nuestro territorio es nuestro, nuestras costas son nuestras. Es solamente en el fortalecimiento de lo colectivo en donde podemos soñar un futuro mejor para nuestros hijos.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Nueva Ley de Medios


Mi hijo Matías, me contaba en la mesa familiar, que se había discutido, en su aula de 3er año del secundario, sobre la nueva ley de medios, lo primero que comentó es que la gran mayoría de los chicos, cuando la profesora les propuso el debate, no sabían ni que era eso. Tal vez por el reciente aniversario de “La noche de los lápices” me quedé pensando con nostalgia en esa sociedad en la que por mi edad no participé, la de la década del 60 y principios del 70, cuando el espacio de los jóvenes, en su gran mayoría, estaba conformado por el pensamiento, la discusión política e ideológica, el trabajo comunitario y la participación colectiva en la construcción de la sociedad, sociedad que no sabía en donde poner a esa imberbe juventud por el tamaño que había adquirido. Es cierto que también había club del clan, pero tristemente, en la actualidad, "juventud", para la sociedad sólo es sinónimo de porro, paco, play station, choreo, trompadas borrachas al amanecer, música y ropa importadas, es cierto también que hay honrosas excepciones, pero estamos hablando de mayorías.
¿Y? le pregunté, ¿que dijeron?, “no mucho”, me contestó, -“no se armó, faltaba Malena”, parece que ella es el ejemplo de que la riqueza de opinión tiene que ver mucho con lo que se mama en la casa, ella puede opinar de casi cualquier tema y sobre todo discutir, si en la mesa familiar se charla, la mente adolescente comienza a dejar de adolescer y florece, si en la mesa familiar se ve a Tinelli, terminamos en lo que somos como sociedad.

Esta imagen de lo que piensa nuestra juventud no es muy distinta si subimos la edad de referencia, muchos años de gobiernos de facto, “planes económicos”, y sobre todo de desinformación planificada nos dejaron siendo un pobre reflejo de lo que fuimos, a partir del 75 todos los resortes del poder se coordinaron para desmovilizar a la sociedad argentina, esa sociedad comprometida políticamente, que pedía, más bien exigía lo que le correspondía, esto no era tolerable para la oligarquía dueña de casi todo.

Por eso es tan importante la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, y por eso en los próximos días veremos como nunca la cara de la bestia, el gobierno de los Kirchner es lamentable en muchos aspectos pero es mentira que las deudas que tiene con la sociedad invaliden las cosas que se hicieron bien.
El triste papel de los radicales de estos días, retirándose del debate de la mano de Macri, quedará en los libros de historia como tantos otros momentos en que enfrascados en destruir al adversario pactaron con el diablo, la semana trágica, las matanzas de la Patagonia, su alineación detrás de la embajada de EEUU en el 44, sus golpes en las puertas de los cuarteles pidiendo o aceptando golpes militares, son ejemplos de cómo un partido llamado a ser una de las patas de nuestra nación se ahogó a través de los años en su propio caldo de mentiras, incapacidades y sobre todo, mezquinas ambiciones.

La Ley de Medios Audiovisuales no es un invento de los Kirchner como nos quieren hacer creer TN y compañía, se viene trabajando desde hace mas de 30 años, evidentemente Kirchner, como animal político no dejó pasar la oportunidad de devolver a La Nación y a Clarín los favores otorgados durante el conflicto del campo, pero ante una lucha de dos poderes en donde el que gana o pierde es el pueblo no hay mucho que pensar.

Desde Alfonsín hasta hoy se trabajó en más de 70 proyectos de ley para regular a los medios de comunicación, ninguno pudo ni siquiera llegar a las cámaras, para un político o gobernante, que “es” en función de lo que dicen los medios, es suicida enfrentarse a un poder como este, solo a mentes afiebradas como las de los Kirchner, en el momento más bajo de su popularidad y con el antecedente de lo que pasó el año pasado con el conflicto del campo, puede ocurrírseles impulsar un proyecto así, en imagen no tienen nada que perder por eso son tan peligrosos, es una situación inédita, como sociedad no podemos perder esta oportunidad.

De un lado están los grupos concentrados de medios que trabajan para el poder económico, que promovieron muertes, negociados, desapariciones, que pusieron y sacaron gobiernos de acuerdo a su conveniencia, que adormecen desinformando a una sociedad que sigue votando gobiernos que la mantienen pobre y debilitada, de ese lado están también personajes como Macri, Mirta Legrand, Mariano Grondona, De Narvaez, la Sociedad Rural y otros que no quieren perder sus privilegios, en el fondo no son más que los 4 gatos locos, dueños de casi todo, y sus empleados, del otro lado están Pérez Esquivel, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, todo el campo popular, las universidades, los artistas con criterio propio, los pueblos originarios, las iglesias, los partidos progresistas y miles de personas que vienen trabajando desde hace mas de 30 años en cambiar una ley que nos dejó Videla.
La aparente paridad del conflicto solo es explicable porque desde el primer sector manejan el botón de la agenda mental de la sociedad, eso es lo que hay que cambiar, ese botón debe ser nuestro, de todos.
Yo no tengo muchas dudas de que lado quiero estar, el problema es que como tantas veces, vemos la realidad como en una película, no terminamos de registrar del todo que nos incumbe, que nos modifica, si lo lográramos saldríamos a la calle a tratar de empujar la balanza para el lado del nosotros.
Es impensable un país en el que se pueda vivir en paz y ser feliz sin justicia social, es imposible la justicia social si la economía no se pone al servicio del pueblo, no es viable una economía al servicio del pueblo con gobiernos que no lo tengan como objetivo, y no es posible elegir gobiernos populares con los medios de comunicación trabajando día y noche para mantener un modelo de sociedad en donde un activo financiero tiene más derechos que nuestros hijos.
Contar, como país, con una ley de medios Audiovisuales que impida la concentración en pocas manos, que siempre son las del poder económico, es sin duda el primer paso para que los avances, pequeños, pírricos, dolorosos, que vamos logrando como sociedad sean durables en el tiempo.
Por eso los dueños de la Argentina van a hacer todo lo posible en los próximos días para evitar la sanción de la ley, el tema es que vamos a hacer nosotros para impedirlo.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Una ley antigua


Por Maria Esperanza, el 16 de Septiembre de 2009.
1980: Videla firma este decreto ley.
Década del ochenta: un grupo de intelectuales alfonsinistas, cercanos al portantierismo, (entre ellos Margarita Graziano, radical hasta el tuétano y pionera en el campo de los estudios de la economía política de la comunicación) preparan un proyecto de ley de medios de comunicación. Este fracasa sin ser tratado en ninguno de los dos recintos.
Principios de los noventa: Menem cambia un solo artículo de la ley 22.285. Uno solo: el que prohibía la formación de multimedios.
De los noventa hasta los 2000: Las cátedras de Políticas y Planificación de Medios de la Comunicación y Derecho a la Información de la carrera de Comunicación de la UBA, con su nueva camada de académicos como Guillermo Mastrini y Damián Loretti, las otras carreras de comunicación, como la de Matanza, de donde viene Mariotto, la Federación de Radios Comunitarias, la CTA, la Felafacs (Federación Latinoamericana de Carreras de Comunicación), gente de la Unesco y un montón de ONGs siguen activando para que no muera la llama de la reforma de la ley 22.285. En el 2001, bajo la Alianza, Gustavo López impulsa un proyecto que muere en la comisión de comunicaciones; por esto renuncia a esta comisión Luis Brandoni, radical. (Gracias al comentarista G-Fer por esta información, que agrego.)
2007 y 2008: Retoma esta idea el gobierno de Cristina Fernández. El titular del COMFER escribe un proyecto basado en el de Farco, que se basa en aquelos papelotes alfonsinistas. Se presenta un proyecto de ley que recoge las experiencias anteriores, anotado y explicado artículo por artículo. Se hace un foro de reuniones de discusión sobre el proyecto de ley en todas las provincias. En algunos casos participan más de 500 personas por foro.
2009: Se manda el proyecto a Diputados. Se hacen reuniones con aliados, se anotan objeciones y se realizan cambios. Se vota en comisión, se aprueba el proyecto con voto de todos los diputados del FPV más aliados.
17 de septiembre de 2009: se votará en Diputados. Anunciaron su apoyo el SI, el Proyecto Sur, y el Partido Socialista. No así Miguel Bonasso. ni Pino Solanas La UCR, como es su costumbre en este último tiempo, decide romper con su historia en este tema y jugarse por las corporaciones que luego, si fuera el caso de ser gobierno, seguramente la rajarán antes de la mitad de su mandato. Margarita Graziano, si los viese, los cagaría a puteadas.
Moraleja: esta no es la ley del kirchnerismo, sino una ley que viene cocinándose desde hace 30 años. Y si no pasa ahora, no pasa más.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Nueva Ley de Medios Audiovisuales

Lo público y lo privado


En 10 dias vence el plazo para presentar objeciones al proyecto de la empresa Central Hidroeléctrica Lago Escondido S.A.,( con domicilio en Bouchard 547, piso 26, de Capital Federal) para utilizar el caudal público de un río del que solicitan la “concesión de uso de agua pública con fines de generación hidroeléctrica”.
En sus estatutos, la empresa se muestra capacitada para “la producción, transformación, distribución, transporte y comercialización de energía eléctrica en todas sus formas (...) incluyendo energía derivada de hidrocarburos y energía derivada de minerales”. O sea, estaría previsto explotar los metales o hidrocarburos que podrían encontrar en sus tierras.¿otra mina de Esquel?
El excedente de energía que no se utilice en su propiedad se vendería a los vecinos, por lo que la empresa de Lewis pasa a ser competencia directa de la cooperativa Coopetel o Edersa, que manejan la distribución de energía en El Bolsón, esta había convocado a un profesional del tema para desarrollar un emprendimiento similar en el cerro Lindo –más al sur de Lago Escondido–. Sin embargo, la empresa fue intervenida y descabezada de sus legítimas autoridades por un grupo de personas vinculadas al radicalismo local y provincial. La sospechosa remoción de las autoridades fue denunciada el 8 de septiembre de 2008 ante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y es investigada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). Un mes después de realizada la denuncia, Van Dittmar iniciaba el trámite para la explotación del emprendimiento hidroeléctrico en el río Escondido.
¿Cuál es el rol del Estado que pretedemos?, lo legal siempre puede acomodarse si se cuenta con la voluntad de los funcionarios de turno, por ejemplo, removiendo de sus cargos a los que quieren cumplir con su deber.
Esta situación sienta precedente, algún día tal vez también en Bariloche pagaremos la factura de la luz a una empresa privada, propiedad de un millonario extranjero en lugar de a la CEB.
Los noventa con su impronta de despojo inmoral de lo público ya pasaron, pero en silencio, sin publicidad, sin que nuestros funcionarios hablen mucho del tema parece que lo privado sigue avanzando sobre lo público

Fuente http://www.elargentino.com/nota-57414-Otro-cuento-del-tio-Joe.html

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Tenemos que volver a creer

Somos cada vez más los ciudadanos que estamos preocupados por el proceso de concentración y extranjerización de la tierra en nuestro país. Este proceso no es sino un paso más en la cristalización del modelo que vino a imponer a costa de torturas y desaparecidos el golpe militar del 76. Entender esto y dejar de creer que lo que nos pasa como pueblo es por mala suerte o por merecerlo, es primordial si queremos cambiar nuestro destino.
¿La tierra es nuestra?, desde el inicio mismo de nuestra historia como país, una clase dominante, a la que siempre le costó mucho explicar el origen de sus activos, se arrogó el derecho de quedarse con las riquezas de nuestro territorio, y desde esa posición de privilegio eterno, imponer a nuestros gobernantes, casi siempre fáciles, las directrices de la políticas económicas que nos dejaron en donde estamos.
La campaña al desierto de Roca y compañía, así como las campañas previas a distintos sectores de nuestro territorio “ganaron para la riqueza del país, millones de hectáreas casi despobladas o transitadas por pequeños grupos de indios forajidos” esto es lo que leímos en nuestros libros escolares, se podría decir que “la verdad es una construcción del poder”, por eso siempre fue tan importante para la oligarquía que se quedó ilegalmente con esos territorios, tener o digitar el poder, por eso homenajeamos con calles y monumentos a próceres que deberían haber terminado sus días presos por ladrones y asesinos. El primer peronismo vino a molestar esa pax romana que llegó a su cenit en la década infame que se anunciaba como “la época de oro”, “el granero del mundo”, y tantos otros títulos con que se pretendía legalizar la inmoralidad de ser un país rico con la mitad de nuestros hermanos desnutridos.
Todavía hoy es común escuchar por los medios de comunicación, siempre asalariados de esta clase dominante, que “el campo, el ejército y la Iglesia son las instituciones fundantes de nuestra Patria” y cuando dicen el campo no se refieren a las familias granjeras del chaco, sino a la Sociedad Rural, exclusivo club de familias poseedoras de miles de hectáreas, aviones, gobernadores, presidentes, golpes, etc,. Cuando dicen “el ejército” no se refieren al que cruzó los andes para liberarnos, casi en pelotas como nuestros hermanos los indios, como arengó San Martín, sino al formado por los hijos y yernos de esa clase dominante, y que siempre estuvo dispuesto a poner orden cuando “los decentes” les golpeaban las puertas de los cuarteles, y por último, cuando dicen “la iglesia” no se refieren a Monseñor Angeleli o a los curas del 3er mundo que dieron su vida por tomar la opción por los pobres que indicaba el evangelio, sino a los vestidos de negro con anillos de oro, que pueden verse bendiciendo a Videla y compañía en Marzo del 76.
Millones nos negamos a aceptar haber sido fundados por la muerte y el despojo.
El proceso de concentración y extranjerización de la tierra es parte de todo esto, no es una situación aleatoria, es parte de un plan, ellos tienen un plan.
Ningún país serio entrega sus zonas de seguridad (franja de 150km sobre las fronteras) o sus recursos naturales a extranjeros, somos el único país en el mundo cuyas reservas petroleras son propiedad de empresas extranjeras, somos el único país del mundo en donde por cada dólar de minerales que extraen las multinacionales mineras se llevan 1.05 dólares, ¡las subvencionamos!, como lo hacemos con los hoteles 5 estrellas en Bariloche, ¡subvencionamos a Soros mientras pibes comen en el basurero municipal!
En la Argentina un metro cuadrado de campo tiene más derechos reales que un pibe pobre, está más protegido por el estado, y por supuesto tiene infinitas más posibilidades de sobrevivir a los planes económicos.
Tenemos que plantearnos seriamente que país queremos para nuestros hijos, en estos días, personalidades políticamente correctas se rasgan las vestiduras informando que alguna familia toma un pedazo de tierra para levantar su casilla, mientras silencian inmoralmente que el país, su territorio y sus recursos naturales están de remate. Muchos pibes del alto no conocen el lago, mientras tenemos que luchar para que millonarios extranjeros como Lewis o Turner no se queden con un lago.
Si proyectamos este proceso en el tiempo, el futuro es muy oscuro. Debemos exigir a nuestros legisladores una ley que proteja el patrimonio de las generaciones futuras, que redistribuya la tierra dándole prioridad a las familias argentinas que la quieren para vivir y trabajar, que proteja nuestros recursos naturales para nuestros hijos y nuestros nietos, y sobretodo que establezca un criterio de reciprocidad con los extranjeros, que si en sus países de origen no nos permiten quedarnos con zonas de seguridad, con costas de lagos y ríos, si no nos permiten contaminar los cursos de agua con cianuro o extraer su petróleo o sus minerales sin pagar nada, no se lo permita a ellos, y así será de igual a igual. Debemos exigir una ley que no se lo permita a ellos, una ley que recuperando los bienes que nunca deberíamos haber cedido, recupere nuestra dignidad.
Estamos obligados a estar atentos, el ruido que nos llega a través de los medios solo pretende desviar la atención de los temas importantes, tenemos que definir cuáles son, como pueblo, nuestras prioridades reales, cuando hayamos realizado ese ejercicio será más fácil darse cuenta que legislador o gobernante trabaja para los que les pagamos el sueldo, y cuales lo hacen para quienes les compran la conciencia.
El sistema democrático sólo es democrático si podemos elegir lo mejor. Creo que somos mayoría los que pensamos que la vida es más importante que la propiedad privada, que la salud y la educación son más importantes que el programa de Tinelli o que los recursos de nuestro territorio deben ser para nosotros y las generaciones futuras y no para la obscena oligarquía argentina o para multinacionales extranjeras.
Es mentira que las cosas no pueden cambiarse. Los apellidos de nuestros gobernantes y legisladores son los mismos desde hace muchos años, el sistema se ha convertido en un refrito permanente de personajes, al menos, cuestionados, esta situación es la primera que hay que cambiar.
Debemos hacer el esfuerzo de tener memoria, leer entre líneas, juzgar por los actos, toda la propaganda nos juega en contra, pero vale la pena el esfuerzo. Es muy triste que el sistema democrático que costo tantas vidas se haya convertido en “alica, alicate”.
La tierra es nuestra, los recursos naturales también, tenemos que volver a creer que somos dueños de nuestro país y generar acciones concretas para hacerlo cierto.

Voces y manos entrelazadas por nuestra tierra.

“Cortar los alambrados, abrir los candados de la comunicación, para después invitarnos a contar que pasa con nuestra tierra”

Mesa Redonda
Bariloche - Bolsón
¿La tierra es nuestra?

21:30 hs, los compañeros van llegando, traen papeles, cuadernos, ideas, ganas de compartir, de preguntar, responder, entenderse, comunicarse; algunos de los de este lado no se conocen con los que estarán allí del otro lado, pero hay ganas del encuentro, de la charla, de la palabra tomada y entregada al otro con respeto.
22:05 hs. Mientras la voz del locutor toma aire para salir con impulso hacia cada oyente, una a una las radios se van sumando, una inquieta oyente prueba si es verdad que sale por tantas radios, recorre con el dial distintos rincones y la voz es la misma, lo embarga la emoción y la alegría. Nosotros estamos sentados en esta mesa redonda de tantas patas y espacios y voces e ideas que es casi imposible definirle una forma geométrica, pero sabemos que es “redonda”, no por su forma sino por que alrededor de ella girara, orbitando repetidas veces la palabra “tierra” -nuestra tierra- y las voces de cada uno de los aquí y allí presentes remará para que así sea.
22:30 hs. Ya no hay mas allí o aquí, solo hay un lugar, cuatro, cinco, seis, siete, o mas, quizás muchos mas en cada estudio, de uno y de otro lado del vidrio, en una y otra radio, pero la palabra nos junta en el mismo lugar, algunos nos podemos mirar a los ojos, vernos en cada movimiento nervioso, cada mueca, a otros solo los escuchamos, pero sabemos que están junto a nosotros y nosotros juntos a ellos.
23:45 hs. Nos queda poco tiempo, se apuran las palabras, se cierran las ideas, dan ganas de quedarse, de seguir la charla, hay tantas cosas por contar, preguntas por hacerse, respuestas que buscar colectivamente. Los caras serias y nerviosas dieron lugar a estas de ahora, ojos emocionados, sonrisas a flor de labios, sonidos de sillas que se mueven y puertas que se abren, de seguro que en aquel estudio sucede lo mismo que en este, hay saludos, consignas compartidas, abrazos, compañeros que llegan para compartir la alegría.
00:05 hs. Nos levantamos de las sillas, nos saludamos, algunos teléfonos suenan, se comparte con amigos y compañeros la alegría. Mañana será otro día.

El miércoles 2 de septiembre un grupo de soñadores, luchadores, caminantes y otros mas que seria difícil encasillar le dieron forma a otro espacio de comunicación, coincidentemente con el inicio del tratamiento de la “nueva ley de radiodifusión” se concreto la primera mesa redonda radial en dúplex regional, los estudios de FM Alas de Bolsón (radio comunitaria) y de Radio Nacional Bariloche (radio publica) fueron las cabeceras donde se juntaron algunos compañeros de distintas organizaciones o grupos que trabajan o están relacionados con la problemática de la tierra. La mesa redonda fue transmitida en “cadena” regional por varias radios mas, FM Gente de Radio, FM El Arka y Radio Nacional de Bariloche, FM Radio Activa, FM Alas de El Bolsón, FM Petu Mogelein de El Maitén, FM La Otra de Lago Puelo, FM Radio de la Tierra de Cuesta del Ternero, además de estar disponible vía internet a través de la Red AMARC y de Alas al Mundo.

No fue casual que en esta oportunidad se juntaran radios de distinto tipo: comunitarias, públicas y privadas, tampoco fue casual que se entremezclaran radios citadinas con rurales y dentro de ellas una radio perteneciente a pueblos originarios. El colectivo de personas que construyo este pequeño primer paso comunicacional tiene varias cosas en común, entre ellas entender que la radiodifusión, sea de gestión publica, comunitaria o privada, debe servir, estar al servicio de la comunicación e intercambio de información y experiencias de aquellos sectores mas vulnerables, mas afectados, mas dañados por este capitalismo salvaje que va desgranando nuestro lugar, nuestra tierra, nuestro sueños, nuestro futuro.

Esta visión colectiva y con fin social de la comunicación radiofónica permitió que nos juntáramos a hablar de la tierra, concentración y extranjerización, planificación territorial, hábitat social, bienes naturales comunes, eran los ejes de la convocatoria; a la pregunta ¿la tierra es nuestra? Ninguno dudo en responderla con decisión: si, es nuestra, aunque otros se arroguen su titularidad o posesión legal a través de artimañas o de la deshumanización del sentido social de la tierra, insertándola dentro del mercado inmobiliario donde solo unos pocos la pueden comprar.

Hablamos de distintos caminos a recorrer y desde distintos lugares y visiones, hubo opiniones sobre lo legal, las acciones en concreto, las amarguras y felicidades vividas en cada experiencia, las proyecciones a futuro, los sueños, todo esto unido a través del aporte de la palabra Mapuche y su especial interrelación cultural y espiritual con la tierra, con el hombre como parte de esta y no como simple “poseedor” de ella. A la existente maraña de leyes, dictados, sentencias, artículos y proyectos se le sumo el sentimiento: no solo “pensar” la tierra, sino sentirla… por eso sabemos que el miércoles 2 de septiembre a la noche mucha gente escuchó la voces de la mesa redonda, pero mas importante que contar cuantos escucharon, es saber que hubo muchísimos que “sintieron”, no solo a través de sus oídos.

La primera mesa redonda radial regional ya pasó, quedaron ecos y nuevas propuestas, también fueron apareciendo nuevas radios con ganas de sumarse y ser parte; nos dimos cuenta no solo que se puede, sino que es absolutamente necesario unir nuestras voces, el camino, las experiencias y los proyectos. Es necesario volver a juntar los pedazos, nuestros pedazos, nuestros espacios fragmentados por un poder que resuelve en contra nuestro, mas fácilmente, cuando nosotros estamos desunidos, lejanos, separados, fragmentados, o en el mejor de los casos incomunicados.

Que esta red regional que nace empujada por la necesidad, se convierta en sitio común de encuentro, que no sea “cadena” que une atándonos, sino que se convierta en un mucha gente, de cada vez mas lugares, tomada de la mano a través de su voz, pero no solo para escucharse, sino para sentirse.

Fue posible, y seguirá siendo posible gracias a las ganas, la voluntad, el trabajo, la alegría, los sueños puestos arriba de la mesa por cada uno de los que le dieron forma, y todos aquellos muchos que apoyaron e hicieron fuerza para que esto sirva como punto de partida, como un nuevo re-comenzar, retomando aquellas experiencias de muchos años atrás de quienes, a pesar de las limitaciones técnicas de la época, unían la región por medio de las radios comunitarias. Por allí vamos, ampliando un poco más los horizontes.

Leo Grela

lunes, 7 de septiembre de 2009

El origen del hambre


Susana Merino (APE)
Todos sabemos que el hambre es una sensación que nos alerta sobre la necesidad de ingerir alimentos, que nos permitan sostener no solo nuestra existencia física sino también espiritual, porque el deseo de comer es tan prioritario que ante él desaparecen todos los valores morales y su persistencia puede inducir a violar toda norma y a cometer hasta el más luctuoso de los delitos.
Pero no me voy a referir al hambre individual, como manifestación física sino a esa generalización que alcanza a cada vez más importantes grupos de población y que ha merecido el calificativo de “Crimen”. Y en tal sentido quisiera reflexionar sobre las causas que llevan a la sociedad a cometer ese flagrante delito que ninguna autoridad, ninguna justicia manda como correspondería al banquillo de los acusados. Suele suceder en cambio que se condena a la víctima y no al victimario, diluyéndose el delito en responsabilidades difusas que nadie pareciera estar dispuesto a asumir.
No he encontrado reflexión más sensata sobre las causas que originan en vastos sectores de población ese hambre colectiva que la de uno de los pensadores más lúcidos del siglo XVIII, el anglo-usamericano Thomas Paine.
Paine, nacido en Inglaterra, desarrolló sin embargo gran parte de su vida en los EEUU cuya independencia contribuyó a impulsar a través de sus escritos y principalmente el entre ellos titulado Common Sense fechado en 1776. Exactamente como lo anticipa su título, sus ideas arraigan en el sentido común (aunque a estar con Voltaire pareciera no ser demasiado común), la experiencia y la razón y desarrolla en su “Justicia agraria” los fundamentos de situaciones que siguen atravesando el tiempo y degradando a la humanidad.
Decía Paine: “todo hombre, como habitante de la tierra, es un propietario colectivo de ella en su estado natural, no se sigue de ello que sea un propietario colectivo de la tierra cultivada. El valor añadido por el cultivo, una vez admitido el sistema, se convirtió en propiedad de quienes lo produjeron, o de quienes lo heredaron de ellos, o de quienes lo compraron. No tenía propietario originalmente. Mientras, por tanto, abogo por el derecho, y me intereso en el difícil caso de todos aquellos que han sido expulsados de su heredad natural por la introducción del sistema de propiedad de la tierra, igualmente defiendo el derecho del poseedor a la parte que es suya”
Es decir, aunque sus conceptos son claros, que Paine reconocía en todo caso el valor agregado que genera sobre el suelo el cultivo de la tierra, sin dejar de considerar que al ser ésta un bien finito no alcanzaría a ser distribuida por igual a todos los habitantes del planeta y que por lo tanto era necesario que quienes se veían beneficiados con su tenencia debían asumir la grave responsabilidad de compartir con sus contemporáneos el producto de la labor agraria a través de contribuciones pecuniarias establecidas y distribuidas por el poder público.
Es decir que Paine proponía crear (con las eventuales “retenciones”, palabrita si las hay tan manoseada y vilipendiada hoy) un fondo nacional que permitiera “entregar a cada persona al cumplir los 21 años, 15 libras esterlinas como compensación parcial por la pérdida de su herencia natural y la suma de 10 libras anuales de por vida a todos los mayores de 50 años”.
Y agregaba Paine con cierta dosis de humor: “la propiedad de la tierra nació con el cultivo, ya que el primer estadio del hombre, fueron primero los cazadores, luego los pastores como lo atestigua la Biblia a través de Abraham, Isaac, Jacob, etc. A nadie se le hubiera ocurrido reclamar la propiedad de la tierra que pisaba y tampoco el Creador habría puesto un registro de terrenos de donde saliesen los primeros títulos de propiedad”.
Sin embargo las consecuencias de ese avance tecnológico y los que han venido sucediéndose hasta nuestros días no han redundado en beneficio del género humano sino solamente del privilegiado sector que primero se adueñó de las tierras y luego, como alguien dijo atinadamente, redactó el Código Civil. Ese monopolio territorial en suma ha desposeído a la mayor parte de los habitantes del planeta de su herencia natural, generando en gran medida la pobreza, la miseria y ese incalificable flagelo del hambre que debiera avergonzar como mínimo a cada uno de los seres humanos que casi sin inmutarnos y sin hacer nada para que se convierta en la preocupación básica de la sociedad, convivimos con él.
Deberíamos pensar con Eduardo Galeano si nos “¿Obliga el sentido común a aceptar estos dolores evitables? ¿Aceptarlos, cruzados de brazos, como si fueran la inevitable obra del tiempo o de la muerte?
Contrariamente creo que es precisamente el sentido común, por más pequeño, por menos desarrollado que fuere el que nos tiene que guiar, orientar, impulsar y decidir a encarar la solución definitiva de un mal que no es insoluble sino que debe ser asumido real y responsablemente por cada uno de nosotros ¿Cómo? Comenzando por enarbolar la ya aceptada consigna “El hambre es un crimen” al principio o al final de cada una de nuestras tareas cotidianas, al principio o al final de cada uno de nuestros escritos hasta que se nos haga carne y nos duela como si fuera nuestra propia hambre y seamos capaces de poner en juego todas nuestras fuerzas para saciarla.

viernes, 4 de septiembre de 2009

El Abuelito Lewis y el Guanaquito


Cuento para explicarle a mi hijo Santi y sus amigos del Jardín, sobre corrales, máquinas voladoras y patas que ya no corren. Cualquier parecido con la realidad es pura insurgencia


Hola chicos, les voy a contar una linda historia, es la historia de mi vida, mi nombre es guanaquito, yo vivía en la Patagonia muy contento, caminaba, caminaba sin parar, tenía mis lomadas, tapizadas de coirones, para correr, mis vertientes, frescas y puras, para refrescarme; es cierto que había que cuidarse de los leones, pero como éramos muchos hermanos, y siempre estábamos juntos, no había tanto peligro.
Así pasábamos los días, en nuestra Patagonia, nuestros abuelos nos habían contado que desde hacía algunos años, venían de afuera, hombres que partían el campo con alambres, como queriendo atarlo para llevárselo, pero no importaba, los saltábamos y volvíamos a correr, subíamos las montañas, tomábamos agua fresca de los lagos, íbamos y veníamos, era nuestro mundo.
Un día llegó un hombre con sus jaulas y me encerró y me llevó, pero no a la ciudad, me llevó a través de cerros y cañadones hasta un lugar que yo conocía bien pero que ahora estaba cambiado. A orillas de un lago que siempre había sido nuestro, ví una gran casa, gigante, hermosa, y pensé: ¡cuántos hijos debe tener el dueño para necesitar una casa tan grande!, y ¡cuánta sed para haberla construido tan cerca del lago!, ¿será que habrá andado mucho por las salinas y quedo reseco como charqui?
En los primeros días tuve mucho miedo, mucha gente pasaba caminando, me miraba y sonreía, pensé que me imaginaban en el asador. Me contó otro guanaquito, que había llegado antes que yo, que toda esa gente construía cosas para un abuelito, hacían además de la gran casa, salones, piletas, gimnasios, canchas, helipuertos, y muchas otras cosas lindas, si hasta habían encajonado un río para tener electricidad propia, y estaban por construir una pista para máquinas voladoras gigantes, y me dijo también que hasta donde llegaba la vista y más era su propiedad, yo recordaba lo que me había contado mi padre, que una vez llegó hasta la ciudad grande, millones de hombres vivían en unas montañas de cuevas cuadriculadas, o todos juntos, en lugares muy pobres llenos de barro, apretados y cubiertos con cartones y chapas de esos que vuelan por la línea sur cuando sopla fuerte el viento.
En los días que estaba por llegar el abuelito todos estaban muy ansiosos, porque si lo que habían hecho le gustaba, él les daba plata y todos eran muy felices. Parece que él iba y venía con su máquina voladora cruzando las montañas, del otro lado tenía un amigo, otro abuelito con mucha plata, que también daba mucha alegría a los que trabajaban para él.
A mí me llevaron hasta un corral muy grande, con otros guanaquitos, y vimos ¡que lindo corral que nos había regalado el abuelito!, además ya no había que caminar y caminar para conseguir comida o agua, todos los días un señor nos las traía sin tener que hacer nosotros ningún esfuerzo.
Y así fueron pasando los días, mis piernas estaban un poco más gruesas por no usarlas tanto, pero no importaba, ya no las necesitaba como antes, ahora solo tenía que caminar hasta la cesta de comida. Nunca entendí bien porque nos habían encerrado si no nos iban a comer, me dijeron que al abuelito le gustaba tenernos ahí para mirarnos nomás cuando se le daba la gana, era muy raro, pero tampoco importaba mucho si nos alimentaban.
Al fin llegó el gran día, todos corrían de acá para allá, había que dejar todo perfecto para cuando llegara la máquina voladora, vi con sorpresa que detrás de unos arbustos unos hermanos míos de la estepa observaban todo y no entendían que pasaba, ni porqué, a pesar de estar encerrados en un corral, nosotros parecíamos contentos. Huyeron temerosos cuando el cielo empezó a tronar por la máquina que traía al abuelito, yo los miré correr y pensé: ¡pobres, tienen que crearse su propio destino!
La máquina descendió y por primera vez pude ver al abuelito, parecía un hombre como los demás, la única diferencia es que todos se corrían, bajaban la mirada y sonreían nerviosos cuando él se acercaba. Después de un rato llegaron otras máquinas voladoras, traían a otros señores, otros abuelitos con mucha plata, pero también a Gobernadores, Intendentes, Legisladores y otras personas muy, muy importantes.
Los guanaquitos, esperábamos ansiosos que visitaran nuestro corral, después de un rato se fueron acercando, hablaban un idioma extraño y reían y fumaban unos habanos muy grandes. El abuelito entró al corral y se acercó, me chistó mientras reía y hablaba en su idioma extraño con los demás hombres, yo me acerqué un poco nervioso, me acarició el lomo, dijo algo que yo no entendí, pero comprendí que mientras él estuviera contento yo ya no tendría que preocuparme de nada.
Ya me olvidé de la estepa, también de la sensación de frescura del agua del lago, me olvidé del miedo al león, de mis hermanos, de los cañadones y las montañas, mis piernas ya no quieren correr más y si quisieran, no podrían, a veces siento un poco de nostalgia, pero miro la cesta llena de comida y pienso… ¡qué lindo corral nos regaló el abuelito!

jueves, 3 de septiembre de 2009

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Constitución Argentina 1949


Capítulo IV
La función social de la propiedad, el capital y la actividad económica

Art. 38 - La propiedad privada tiene una función social y, en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común. Incumbe al Estado fiscalizar la distribución y la utilización del campo o intervenir con el objeto de desarrollar e incrementar su rendimiento en interés de la comunidad, y procurar a cada labriego o familia labriega la posibilidad de convertirse en propietario de la tierra que cultiva. La expropiación por causa de utilidad pública o interés general debe ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso impone las contribuciones que se expresan en el artículo 4°. Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invención o descubrimiento por el término que le acuerda la ley. La confiscación de bienes queda abolida para siempre de la legislación argentina. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones ni exigir auxilios de ninguna especie en tiempo de paz.

Art. 39 - El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden contrariar los fines de beneficio común del pueblo argentino.

Art. 40 - La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Constitución. Salvo la importación y exportación, que estarán a cargo del Estado, de acuerdo con las limitaciones y el régimen que se determine por ley, toda actividad económica se organizará conforme a la libre iniciativa privada, siempre que no tenga por fin ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales, eliminar la competencia o aumentar usurariamente los beneficios.

Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto que se convendrá con las provincias.

Los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación. Los que se hallaran en poder de particulares serán transferidos al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización previa, cuando una ley nacional lo determine.

El precio por la expropiación de empresas concesionarios de servicios públicos será el del costo de origen de los bienes afectados a la explotación, menos las sumas que se hubieren amortizado durante el lapso cumplido desde el otorgamiento de la concesión y los excedentes sobre una ganancia razonable que serán considerados también como reintegración del capital invertido.