miércoles, 9 de septiembre de 2009

Voces y manos entrelazadas por nuestra tierra.

“Cortar los alambrados, abrir los candados de la comunicación, para después invitarnos a contar que pasa con nuestra tierra”

Mesa Redonda
Bariloche - Bolsón
¿La tierra es nuestra?

21:30 hs, los compañeros van llegando, traen papeles, cuadernos, ideas, ganas de compartir, de preguntar, responder, entenderse, comunicarse; algunos de los de este lado no se conocen con los que estarán allí del otro lado, pero hay ganas del encuentro, de la charla, de la palabra tomada y entregada al otro con respeto.
22:05 hs. Mientras la voz del locutor toma aire para salir con impulso hacia cada oyente, una a una las radios se van sumando, una inquieta oyente prueba si es verdad que sale por tantas radios, recorre con el dial distintos rincones y la voz es la misma, lo embarga la emoción y la alegría. Nosotros estamos sentados en esta mesa redonda de tantas patas y espacios y voces e ideas que es casi imposible definirle una forma geométrica, pero sabemos que es “redonda”, no por su forma sino por que alrededor de ella girara, orbitando repetidas veces la palabra “tierra” -nuestra tierra- y las voces de cada uno de los aquí y allí presentes remará para que así sea.
22:30 hs. Ya no hay mas allí o aquí, solo hay un lugar, cuatro, cinco, seis, siete, o mas, quizás muchos mas en cada estudio, de uno y de otro lado del vidrio, en una y otra radio, pero la palabra nos junta en el mismo lugar, algunos nos podemos mirar a los ojos, vernos en cada movimiento nervioso, cada mueca, a otros solo los escuchamos, pero sabemos que están junto a nosotros y nosotros juntos a ellos.
23:45 hs. Nos queda poco tiempo, se apuran las palabras, se cierran las ideas, dan ganas de quedarse, de seguir la charla, hay tantas cosas por contar, preguntas por hacerse, respuestas que buscar colectivamente. Los caras serias y nerviosas dieron lugar a estas de ahora, ojos emocionados, sonrisas a flor de labios, sonidos de sillas que se mueven y puertas que se abren, de seguro que en aquel estudio sucede lo mismo que en este, hay saludos, consignas compartidas, abrazos, compañeros que llegan para compartir la alegría.
00:05 hs. Nos levantamos de las sillas, nos saludamos, algunos teléfonos suenan, se comparte con amigos y compañeros la alegría. Mañana será otro día.

El miércoles 2 de septiembre un grupo de soñadores, luchadores, caminantes y otros mas que seria difícil encasillar le dieron forma a otro espacio de comunicación, coincidentemente con el inicio del tratamiento de la “nueva ley de radiodifusión” se concreto la primera mesa redonda radial en dúplex regional, los estudios de FM Alas de Bolsón (radio comunitaria) y de Radio Nacional Bariloche (radio publica) fueron las cabeceras donde se juntaron algunos compañeros de distintas organizaciones o grupos que trabajan o están relacionados con la problemática de la tierra. La mesa redonda fue transmitida en “cadena” regional por varias radios mas, FM Gente de Radio, FM El Arka y Radio Nacional de Bariloche, FM Radio Activa, FM Alas de El Bolsón, FM Petu Mogelein de El Maitén, FM La Otra de Lago Puelo, FM Radio de la Tierra de Cuesta del Ternero, además de estar disponible vía internet a través de la Red AMARC y de Alas al Mundo.

No fue casual que en esta oportunidad se juntaran radios de distinto tipo: comunitarias, públicas y privadas, tampoco fue casual que se entremezclaran radios citadinas con rurales y dentro de ellas una radio perteneciente a pueblos originarios. El colectivo de personas que construyo este pequeño primer paso comunicacional tiene varias cosas en común, entre ellas entender que la radiodifusión, sea de gestión publica, comunitaria o privada, debe servir, estar al servicio de la comunicación e intercambio de información y experiencias de aquellos sectores mas vulnerables, mas afectados, mas dañados por este capitalismo salvaje que va desgranando nuestro lugar, nuestra tierra, nuestro sueños, nuestro futuro.

Esta visión colectiva y con fin social de la comunicación radiofónica permitió que nos juntáramos a hablar de la tierra, concentración y extranjerización, planificación territorial, hábitat social, bienes naturales comunes, eran los ejes de la convocatoria; a la pregunta ¿la tierra es nuestra? Ninguno dudo en responderla con decisión: si, es nuestra, aunque otros se arroguen su titularidad o posesión legal a través de artimañas o de la deshumanización del sentido social de la tierra, insertándola dentro del mercado inmobiliario donde solo unos pocos la pueden comprar.

Hablamos de distintos caminos a recorrer y desde distintos lugares y visiones, hubo opiniones sobre lo legal, las acciones en concreto, las amarguras y felicidades vividas en cada experiencia, las proyecciones a futuro, los sueños, todo esto unido a través del aporte de la palabra Mapuche y su especial interrelación cultural y espiritual con la tierra, con el hombre como parte de esta y no como simple “poseedor” de ella. A la existente maraña de leyes, dictados, sentencias, artículos y proyectos se le sumo el sentimiento: no solo “pensar” la tierra, sino sentirla… por eso sabemos que el miércoles 2 de septiembre a la noche mucha gente escuchó la voces de la mesa redonda, pero mas importante que contar cuantos escucharon, es saber que hubo muchísimos que “sintieron”, no solo a través de sus oídos.

La primera mesa redonda radial regional ya pasó, quedaron ecos y nuevas propuestas, también fueron apareciendo nuevas radios con ganas de sumarse y ser parte; nos dimos cuenta no solo que se puede, sino que es absolutamente necesario unir nuestras voces, el camino, las experiencias y los proyectos. Es necesario volver a juntar los pedazos, nuestros pedazos, nuestros espacios fragmentados por un poder que resuelve en contra nuestro, mas fácilmente, cuando nosotros estamos desunidos, lejanos, separados, fragmentados, o en el mejor de los casos incomunicados.

Que esta red regional que nace empujada por la necesidad, se convierta en sitio común de encuentro, que no sea “cadena” que une atándonos, sino que se convierta en un mucha gente, de cada vez mas lugares, tomada de la mano a través de su voz, pero no solo para escucharse, sino para sentirse.

Fue posible, y seguirá siendo posible gracias a las ganas, la voluntad, el trabajo, la alegría, los sueños puestos arriba de la mesa por cada uno de los que le dieron forma, y todos aquellos muchos que apoyaron e hicieron fuerza para que esto sirva como punto de partida, como un nuevo re-comenzar, retomando aquellas experiencias de muchos años atrás de quienes, a pesar de las limitaciones técnicas de la época, unían la región por medio de las radios comunitarias. Por allí vamos, ampliando un poco más los horizontes.

Leo Grela

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