domingo, 13 de septiembre de 2009

Lo público y lo privado


En 10 dias vence el plazo para presentar objeciones al proyecto de la empresa Central Hidroeléctrica Lago Escondido S.A.,( con domicilio en Bouchard 547, piso 26, de Capital Federal) para utilizar el caudal público de un río del que solicitan la “concesión de uso de agua pública con fines de generación hidroeléctrica”.
En sus estatutos, la empresa se muestra capacitada para “la producción, transformación, distribución, transporte y comercialización de energía eléctrica en todas sus formas (...) incluyendo energía derivada de hidrocarburos y energía derivada de minerales”. O sea, estaría previsto explotar los metales o hidrocarburos que podrían encontrar en sus tierras.¿otra mina de Esquel?
El excedente de energía que no se utilice en su propiedad se vendería a los vecinos, por lo que la empresa de Lewis pasa a ser competencia directa de la cooperativa Coopetel o Edersa, que manejan la distribución de energía en El Bolsón, esta había convocado a un profesional del tema para desarrollar un emprendimiento similar en el cerro Lindo –más al sur de Lago Escondido–. Sin embargo, la empresa fue intervenida y descabezada de sus legítimas autoridades por un grupo de personas vinculadas al radicalismo local y provincial. La sospechosa remoción de las autoridades fue denunciada el 8 de septiembre de 2008 ante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y es investigada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). Un mes después de realizada la denuncia, Van Dittmar iniciaba el trámite para la explotación del emprendimiento hidroeléctrico en el río Escondido.
¿Cuál es el rol del Estado que pretedemos?, lo legal siempre puede acomodarse si se cuenta con la voluntad de los funcionarios de turno, por ejemplo, removiendo de sus cargos a los que quieren cumplir con su deber.
Esta situación sienta precedente, algún día tal vez también en Bariloche pagaremos la factura de la luz a una empresa privada, propiedad de un millonario extranjero en lugar de a la CEB.
Los noventa con su impronta de despojo inmoral de lo público ya pasaron, pero en silencio, sin publicidad, sin que nuestros funcionarios hablen mucho del tema parece que lo privado sigue avanzando sobre lo público

Fuente http://www.elargentino.com/nota-57414-Otro-cuento-del-tio-Joe.html

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