lunes, 19 de octubre de 2009

¡Mapuches Terroristas!


Desde hace unos días vemos con preocupación como aparecen notas en un medio masivo de alcance nacional, más precisamente en el diario La Nación, del que todos sabemos su perfil ideológico, relacionando la lucha ancestral de los pueblos originarios por recuperar su territorio con el terrorismo internacional.

Cuando van apareciendo periódicamente las notas sobre un tema, con una posición ideológica definida, muchas veces, se trata de una campaña para instalar, no solo un tema, sino una visión sobre ese tema.
Lo preocupante en este caso es después del 11 de Septiembre de 2001, con la excusa de la lucha contra el terrorismo, se han invadido países, se ha ahorcado al presidente de un país invadido (increíble bestialidad ilegal de la que no hablan los medios o los políticos a los que tanto les preocupa la crispación), se han matado a millones, se ha justificado la inmoralidad del gasto armamentista en un mundo con un tercio pasando hambre, y ya más por nuestros pagos latinoamericanos, se estigmatiza diariamente a gobiernos nacidos de los pueblos, como los de Bolivia, Ecuador y Venezuela, que a uno pueden gustarles o no, pero es innegable que tienen apoyo democrático de sus ciudadanos, habiendo ganado elección tras elección.
Estos gobiernos populares, según datos de la propia ONU, han revertido los índices sociales de sus países, que siempre, a través de sucesivos gobiernos políticamente correctos y económicamente neoliberales, habían seguido una implacable pendiente descendente.

Tres décadas atrás, el método era el golpe de estado, de esa forma se aseguraban los distintos poderes el control de la economía y los recursos de los países pobres, porque no nos engañemos, el objetivo que nos quieren vender como de lucha ideológica, cultural o religiosa, siempre es económico, el objetivo de todas las guerras es económico, siempre es quedarse con algo del otro.

Dos décadas atrás trocaron al militar occidental y cristiano por el nuevo político neoliberal, trajeado y exitoso. El proceso histórico de los últimos años, sobre todo en América Latina, nos ha sorprendido, no solo con la aparición de gobiernos de indios o mulatos salidos de las entrañas de los pueblos, sino con la esperanzadora integración de los países hermanos, países que debiendo haber sido uno solo, grande y fuerte, fueron desde el inicio divididos por los imperios de turno para dominarlos.
Los que tenemos más de 35 años sabemos que fuimos educados siempre para ver en los Chilenos, los Bolivianos, los Paraguayos o los Brasileros una amenaza, seguramente a ellos les pasó lo mismo.
El nuevo pretexto para intervenir en los países pobres, es la lucha contra el terrorismo, esta intervención tiene dos patas, los países poderosos, con Estados Unidos a la cabeza, que ven peligrar sus intereses por políticas que privilegian lo nuestro y las siempre inmorales oligarquías locales que buscan la forma de retener y aumentar los históricos privilegios que las convirtieron en una casta de zánganos que viven del trabajo de los más humildes.
La instalación de las bases norteamericanas en Colombia, tema de la última cumbre en Bariloche que nos hizo marchar por la paz, las menciones diarias de los medios sobre la conexión de Chavez, Correa, Evo Morales con el narcotráfico o la guerrilla, y ahora esta insistencia mediática en relacionar a los mapuches con las FARC, o con otras guerrilas, son distintas caras de la misma moneda, tengamos cuidado, si leemos entre líneas podemos espantarnos al darnos cuenta que no son versiones aisladas de algún trasnochado, como parecen a simple vista, sino que forma todo parte de un plan.
Deben justificar las intervenciones violentas, y esto se logra convenciéndonos de que él o los que a ellos les molestan, son parte del mal, la violencia, el narcotráfico, el terrorismo, si logran convencernos pueden venir con sus bombas, sus invasiones con nombres ridículos como “Libertad duradera”, sus ataques de precisión quirúrgica que siempre caen sobre escuelas y hospitales, sus gurúes siempre dispuestos a enseñarnos fórmulas que nos dejan más pobres, si nos convencen pueden venir.
La lucha ancestral de los indios por recuperar las tierras que les fueron robadas es una de las causas más importantes y originarias de nuestra realidad como latinoamericanos, es, junto con la recuperación de nuestros recursos naturales, la redistribución de la tierra (hoy concentrada en poquísimas manos, muchas veces extranjeras), la posibilidad de crear las políticas económicas propias que nos permitan salir de esta espiral en donde siempre perdemos, o el reconocimiento del otro como hermano y no como enemigo, ese reconocimiento que nos permita ser comunidad, la causa que debería encontrarnos a todos tirando par un mismo lado, para el lado del nosotros.
Cuando el pueblo no se la banca y rota, hay que tomar medidas disciplinadoras, El Bolsón dijo basta al intendente Romera, con sus trompadas, sus terrenos a familiares, sus no esclarecidos incendios intencionales de radios, dijo basta y marchó, y ahí apareció el BORA para poner las cosas en su lugar, ahora la campaña es contra los mapuches terroristas, si seguimos así, que no nos extrañe que nos transformamos en zona de terrorismo internacional y ahí tendremos a esos luchadores por la democracia, el estado de derecho, las instituciones, a esos paladines de la justicia que vienen con sus armas a cuidarnos de nosotros mismos y se instalan como en Colombia , Afganistan o Irak y nos hacen la vida tan linda!

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1187506
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1187507
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1177580
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1186138
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1163423

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